14 de agosto de 2008

Evangelismo Personal

Lectura bíblica: Lucas 10:1-12 1 Después de estas cosas, designó el Señor también a otros setenta, a quienes envió de dos en dos delante de él a toda ciudad y lugar adonde él había de ir. 2 Y les decía: La mies a la verdad es mucha, mas los obreros pocos; por tanto, rogad al Señor de la mies que envíe obreros a su mies. 3 Id; he aquí yo os envío como corderos en medio de lobos. 4 No llevéis bolsa, ni alforja, ni calzado; y a nadie saludéis por el camino. 5 En cualquier casa donde entréis, primeramente decid: Paz sea a esta casa. 6 Y si hubiere allí algún hijo de paz, vuestra paz reposará sobre él; y si no, se volverá a vosotros. 7 Y posad en aquella misma casa, comiendo y bebiendo lo que os den; porque el obrero es digno de su salario. No os paséis de casa en casa. 8 En cualquier ciudad donde entréis, y os reciban, comed lo que os pongan delante; 9 y sanad a los enfermos que en ella haya, y decidles: Se ha acercado a vosotros el reino de Dios. 10 Más en cualquier ciudad donde entréis, y no os reciban, saliendo por sus calles, decid: 11 Aun el polvo de vuestra ciudad, que se ha pegado a nuestros pies, lo sacudimos contra vosotros. Pero esto sabed, que el reino de Dios se ha acercado a vosotros. 12 Y os digo que en aquel día será más tolerable el castigo para Sodoma, que para aquella ciudad

Lucas 9:1-6
1 Habiendo reunido a sus doce discípulos, les dio poder y autoridad sobre todos los demonios, y para sanar enfermedades. 2 Y los envió a predicar el reino de Dios, y a sanar a los enfermos. 3 Y les dijo: No toméis nada para el camino, ni bordón, ni alforja, ni pan, ni dinero; ni llevéis dos túnicas. 4 Y en cualquier casa donde entréis, quedad allí, y de allí salid. 5 Y dondequiera que no os recibieren, salid de aquella ciudad, y sacudid el polvo de vuestros pies en testimonio contra ellos. 6 Y saliendo, pasaban por todas las aldeas, anunciando el evangelio y sanando por todas partes.

Corto desarrollo del texto bíblico:

1. La mies es mucha (Vr. 10:2): En la versión bíblica Dios Habla Hoy dice: “Les dijo: Ciertamente la cosecha es mucha, pero los trabajadores son pocos” y la versión Lenguaje actual dice: “Jesús les dijo: Son muchos los que necesitan entrar en el reino de Dios, pero son muy pocos los que hay para anunciar las buenas noticias”

2. Vamos a recibir oposición (vr. 10:3): Jesús nos envía “como corderos en medio de lobos”. Es importante entender que nuestra lucha no es contra carne ni sangre, sino contra los espíritus de maldad, por lo tanto siempre debemos tratar con amor a las almas y reclamar el territorio para Cristo, ya hemos sido autorizados por Jesús para echar fuera demonios (Lucas 9:1).

3. A nadie saludéis (vr. 10:4): Las instrucciones subrayan la urgencia de la misión, de manera que ese saludo común en el Cercano Oriente, no debe desviarlos de su encomienda; además, se destaca que deben colocar la confianza en que Dios suplirá todas las cosas, es por ello que Jesús dice: No llevéis bolsa, ni alforja, ni calzado

4. Dios es el que mejor paga (Vr 10:7): Jesús destaca que “Y posad en aquella misma casa, comiendo y bebiendo lo que os den; porque el obrero es digno de su salario, indicándonos que Dios reconoce nuestro trabajo en la gran comisión y que nos suplirá todas las cosas (Mateo 19:29; Marcos 10:29-30)

5. La misión: Declarar paz en los hogares (vr. 10:5), anunciar el evangelio llevando la salvación (vr. 10:2 y 9), sanar a los enfermos (vr. 10:9), declarar el juicio por las malas acciones de los que no acepten el evangelio (vr. 10-11; Juan 3:17-18)

6. Según Lucas 9:1-2, Jesús enfatiza el anunciar el evangelio y sanar a los enfermos, por lo que el ministerio evangelístico está acompañado de las señales y el don de sanidad (Marcos 16:17-18)

Por último les dejo la canción "Enciende una Luz" de Marcos Witt:

22 de junio de 2008

EL HIJO PRÓDIGO; CONSECUENCIAS DE LA DESOBEDIENCIA

Parábola del hijo pródigo (Lucas 15: 11-24) 11 Y Jesús dijo: Cierto hombre tenía dos hijos; 12 y el menor de ellos le dijo al padre: “Padre, dame la parte de la hacienda que me corresponde.” Y él les repartió sus bienes. 13 No muchos días después, el hijo menor, juntándolo todo, partió a un país lejano, y allí malgastó su hacienda viviendo perdidamente. 14 Cuando lo había gastado todo, vino una gran hambre en aquel país, y comenzó a pasar necesidad. 15 Entonces fue y se acercó a uno de los ciudadanos de aquel país, y él lo mandó a sus campos a apacentar cerdos. 16 Y deseaba llenarse el estómago de las algarrobas que comían los cerdos, pero nadie le daba nada. 17 Entonces, volviendo en sí, dijo: "¡Cuántos de los trabajadores de mi padre tienen pan de sobra, pero yo aquí perezco de hambre! 18 “Me levantaré e iré a mi padre, y le diré: “Padre, he pecado contra el cielo y ante ti; 19 ya no soy digno de ser llamado hijo tuyo; hazme como uno de tus trabajadores.” 20 Y levantándose, fue a su padre. Y cuando todavía estaba lejos, su padre lo vio y sintió compasión por él, y corrió, se echó sobre su cuello y lo besó. 21 Y el hijo le dijo: “Padre, he pecado contra el cielo y ante ti; ya no soy digno de ser llamado hijo tuyo.” 22 Pero el padre dijo a sus siervos: “Pronto; traed la mejor ropa y vestidlo, y poned un anillo en su mano y sandalias en los pies; 23 y traed el becerro engordado, matadlo, y comamos y regocijémonos; 24 porque este hijo mío estaba muerto y ha vuelto a la vida; estaba perdido y ha sido hallado.” Y comenzaron a regocijarse.

En el verso 12, un hijo menor le pide por adelantado a su padre la herencia que le correspondía, y la ley judía otorgaba la tercera parte al hijo más joven y el padre podía legar su riqueza antes de su muerte (1 Re 1:2); la petición del hijo menor refleja rebeldía, irresponsabilidad y el deseo de independencia de la voluntad del padre.
La palabra señala en el libro de los proverbios: “Oye, hijo mío, la instrucción de tu padre, Y no desprecies la dirección de tu madre” (Pr 1:8), esta es una advertencia para que el creyente preste atención a la sabiduría de Dios. Un padre aconseja a su hijo para que no experimente situaciones desagradables, mayor valor tiene el consejo de Dios que nos libra de las consecuencias del pecado. El hijo prodigo en un principio no valoró a su padre y le solicitó por adelantado su heredad, para irse a un país lejano y malgastar su hacienda viviendo perdidamente (vr. 13).
Por la desobediencia de este joven lo perdió todo y comenzó a padecer necesidad y hambre (vr. 14 y 15), no conforme con eso aceptó apacentar cerdos, y para los judíos esto era abominación, ya que estos animales eran considerados inmundos por la ley de Moisés. Ya aquí se puede apreciar las consecuencias de la desobediencia y la falta de sabiduría. Todo buen padre quiere lo mejor para su hijo y lo más seguro es que el padre del hijo pródigo lo aconsejó y orientó, lo cierto es que este hijo se fue, lo gastó todo y ahora estaba sumergido en el pecado, la ruina, el hambre y una gran desesperación que deseaba llenarse el estómago de las algarrobas que comían los cerdos y no podía (vr. 16). Todo esto muestra el cuadro de miseria de este joven, fruto de su desobediencia.
Parece que muchas veces el ser humano tiene que tocar fondo para darse cuenta de sus pecados y solicitar la ayuda divina, el hijo pródigo volvió en sí y dijo: “Cuántos de los trabajadores de mi padre tienen pan de sobra, pero yo aquí perezco de hambre, Me levantaré e iré a mi padre …” (vr. 17-18). No cabe duda que nuestro Padre Celestial es nuestro ayudador por excelencia, el no nos falla, siempre está presto y dispuesto, no tiene límites, su poder es redentor y restaurador y para mayor bendición nuestra, Él tiene un propósito con la humanidad y con cada uno de nosotros. El hijo pródigo reflexionó y sabía que su padre lo podía ayudar.
El joven se dijo: “Me levantaré e iré a mi padre…” (vr. 18). Para recibir la bendición y la salvación de Dios, se requiere una acción y el hijo pródigo se levantó y fue a su padre, es importante accionar en fe para recibir una respuesta y la provisión de Dios. Cuando este joven fue a casa de su padre, no había llegado a la casa cuando su padre ya lo estaba abrazando y besando y dice el verso 22 “Pero el padre dijo a sus siervos: “Pronto; traed la mejor ropa y vestidlo, y poned un anillo en su mano y sandalias en los pies”. Esto indica que el padre le dio autoridad y posición de heredero nuevamente a su hijo, recobrando la bendición que había perdido.
En Mateo 7:11 dice: “Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará buenas cosas a los que le pidan?”. Dios quiere bendecir a sus hijos y el tiene cuidado de nosotros. La parábola del hijo pródigo tiene muchas enseñanzas, y una de ellas es que la desobediencia a la rebeldía tiene consecuencias desagradables, como miseria, hambre, infortunio, desesperación, etc., es por eso que debemos ser obedientes y prestar atención a la instrucción de nuestro Padre celestial.

“El principio de la sabiduría es el temor de Jehová; Los insensatos desprecian la sabiduría y la enseñanza” (Pr 1:7)

10 de junio de 2008

DONES ESPIRITUALES

La palabra dones viene del griego “Jarísmata” derivado de “Járis” que significa gracia; también se puede traducir como “dones de gracia”.

El uso de la palabra se encuentra principalmente en las epístolas paulinas: 1 Pedro 4:10 “10 Cada uno según el don que ha recibido, minístrelo a los otros, como buenos administradores de la multiforme gracia de Dios”. La aplicación de esta palabra a las diversas funciones que contribuyen a la edificación de la comunidad cristiana y al cumplimiento de su misión, es una contribución original del apóstol Pablo.

Al considerar una función específica dentro de la vida de la comunidad cristiana como un don o un carisma, Pablo nos enseña en primer lugar que tal función se desempeña por gracia de Dios y no por derecho ni por mérito propio. Tanto la autoridad como las capacidades para el ejercicio de la función proceden del Espíritu. En segundo lugar, nos enseña que cada función se justifica en la medida en que presta un servicio a la edificación del cuerpo (1 Co 12.7; 14.3–12; Ef 4.12). La función, en cuanto a don del Espíritu, se recibe con el fin de compartirla y así contribuir al desarrollo de la comunidad.

En tres lugares (1 Co 12.4–11, 12.28–30; Ef 4.7–12 y Ro 12.3–8) Pablo aporta listados de dones o carismas que por entonces deben haber sido comunes en la experiencia de las primeras comunidades cristianas. De estos pasajes pueden destacarse los siguientes aspectos centrales:

a) Para el buen desarrollo de la comunidad (cuerpo) es necesario que exista una diversidad de dones (1 Co 12.4–6; Ro 12.4). El símil del cuerpo es una poderosa ilustración de que el desarrollo unilateral de una o más funciones destruye la comunidad.

b) Dado que todos los dones, por más diversos entre sí que sean, proceden del mismo Espíritu (1 Co 12.4; Ef 4.4–6), la diversidad no destruye la unidad, sino que la hace posible. La unidad se ve amenazada solo cuando una función, en tal caso entendido como derecho y mérito propio, se trata de imponer sobre las demás.

c) Todo miembro de la comunidad recibe un don (o dones) del Espíritu (1 Co 12.7; Ro 12.3). No existen miembros que carezcan de dones. Por lo tanto, la distinción entre miembros carismáticos y no carismáticos dentro de la comunidad cristiana es superflua.

No hay ningún indicio en los textos de que el apóstol Pablo haya considerado estas listas como exhaustivas y por lo tanto normativas para las comunidades cristianas en todo tiempo. La misma diferencia entre las listas confirma la impresión de que Pablo tomó algunos ejemplos relevantes para las comunidades de su tiempo, con el fin de explicar su enseñanza y mensaje. Por lo tanto, las listas deben entenderse como abiertas: cada comunidad cristiana ha de estar dispuesta a recibir del Espíritu nuevos dones necesarios para responder a los desafíos de su tiempo (Ro 12.2).

Aunque es posible clasificar los dones mencionados en distintas categorías, no se puede derivar de los listados del apóstol una especie de jerarquía de dones, de acuerdo a la cual ciertos dones serían calificados como más necesarios o dignos que otros.

Tampoco se puede extraer de estas listas una distinción entre dones considerados ordinarios (naturales) y dones considerados extraordinarios (sobrenaturales), con el resultado de calificar los últimos más relevantes que los primeros o viceversa. La distinción entre lo ordinario y lo extraordinario varía de una cultura a otra, y por cierto nuestra manera moderna de hacer tal distinción era desconocida en tiempos bíblicos. Al caer tal distinción, se hace también irrelevante el viejo debate acerca de si los carismas son un don permanente para la comunidad cristiana, o si se agotaron al fin de la era apostólica.

Un talento tan usual como la música o la enseñanza puede ser un carisma, en tanto se acepte gozosamente como un don del Espíritu y se ponga al servicio de la vida y misión de la iglesia. Una experiencia como hablar en lenguas o danzar, tan extraordinaria para alguno, puede ser un carisma ordinario para comunicar el gozo indecible de la presencia del Espíritu a una comunidad para cuya cultura las formulaciones intelectuales de la fe carecen de poder comunicativo. Lo que es claro es que para Pablo una iglesia sin diversidad de dones y carismas carece de las condiciones necesarias para existir.

De todas maneras, para el apóstol Pablo, como también para Juan (1 Jn 4.1), todavía queda abierta la pregunta por el discernimiento de espíritus: no basta con pretender que lo que uno hace lo hace en nombre del Espíritu Santo para que realmente sea así. A la pregunta por el criterio o la norma de discernimiento, Pablo responde con su hermoso himno a la preeminencia del amor (1 Co 13), aunque también en este contexto podría citarse su listado de los frutos del Espíritu (Gálatas 5.22 en adelante). Al final, que un determinado talento o una función permanente o temporal sean genuinamente un don o un carisma del Espíritu Santo, se muestra al ejercitarlo como un servicio de amor incondicional a la edificación de la iglesia, su unidad, y el cumplimiento de su misión en el mundo.

24 de mayo de 2008

VENCEDORES

"Un rey recibió como obsequio, dos pequeños halcones, y los entregó al maestro de cetrería para que los entrenara.
Pasando unos meses, el maestro le informo al rey que uno de los halcones estaba perfectamente pero que al otro no sabia que le sucedía, no se había movido de la rama donde lo dejo desde el día que llegó. Encargo entonces la misión a miembros de la corte, pero nada sucedió. Al día siguiente por la ventana, el monarca pudo observar, que el ave aun continuaba inmóvil. Entonces decidió comunicar a su pueblo que ofrecería una recompensa, a la persona que hiciera volar al halcón, a la mañana siguiente, vio al halcón volando ágilmente por los jardines. El rey le dijo a su corte, traedme al autor de ese milagro. Su corte rápidamente le presento a un campesino. El rey le pregunto; * ¿Tu hiciste volar al halcón? ¿Como lo hiciste? ¿Eres mago? - Intimidado el campesino le dijo al rey: * Fue fácil mi rey, solo corte la rama, y el halcón voló, se dio cuenta que tenia alas y se lanzó a volar. ¿Sabes que tienes alas ? ¿Sabes que puedes volar ? ¿A que te estas agarrado ? ¿De que no te puedes soltar ? ¿Que esta esperando para volar ? No puedes descubrir nuevos mares................ A menos que tengas el coraje para volar. Vivimos dentro de una zona de comodidad, donde nos movemos y creemos, que eso es lo único que existe. Dentro de esa zona, esta todo lo que sabemos, y todo lo que creemos. Viven nuestros valores, nuestro miedos y nuestra limitaciones. En esa zona reina, nuestro pasado, y nuestra historia. Todo lo conocido, cotidiano y fácil. Es nuestra zona de confort y por lo general, creemos que es nuestro único lugar, y modo de vivir. Tenemos sueños, queremos resultados, buscamos oportunidades, pero no siempre estamos dispuestos a correr riesgo, no siempre estamos dispuestos a transitar caminos difíciles. Nos conformamos con lo que tenemos, creemos que es lo único y posible, y aprendemos a vivir desde la resignación. El liderazgo, es la habilidad que podemos adquirir cuando aprendemos ampliar nuestra zona de comodidad. Cuando estamos dispuestos a correr riesgos, cuando aprendamos a caminar en la cuerda floja, cuando estamos dispuestos a levantar la vara que mide nuestra potencial. Un verdadero líder, tiene seguridad en si mismo para permanecer solo, coraje, para tomar decisiones difíciles, audacia, para transitar hacia lo nuevo con pasión, y ternura suficiente, para escuchar las necesidades de los demás. El hombre no busca ser un líder, se convierte en líder por la calidad de sus acciones y la integridad de sus intentos.

5 de abril de 2008

DILE NO A LAS DROGAS

ADICCIÓN A LAS DROGAS

ADICCIÓN: Es sinónimo de dependencia, es una persona que muestra dependencia física o mental continua hacia el uso de varios tipos de drogas, narcóticos o de otras índoles.

ADICTO A LAS DROGAS: es una persona que no ha crecido emocionalmente, y tiene mal estructurado los estados del yo. Es demasiado centrado en sí mismo y en su realidad particular. Tiene bajo nivel de tolerancia a la frustración y sus sentimientos están mal canalizados, siendo una persona irresponsable, dependiente, impulsiva y agresiva.

DEPENDENCIA A LAS DROGAS: Se refiere a la necesidad de recibir en forma periódica o continua un agente químico que estimule su mente y su cuerpo.

PRIMERAS SEÑALES DE UNA ADICCIÓN A LAS DROGAS
- Obsesión mental
- Consecuencias negativas
- Descontrol
- Desarrollo de la negación

FASES DE LA ADICCIÓN A LAS DROGAS
- Enamoramiento: Son las primeras experiencias con la droga, que marcan a la persona sintiendo una sensación de furor, satisfacción y placer.
- La luna de miel: La persona sigue buscando el placer en la droga, y en búsqueda de nuevas sensaciones. En ese tiempo no hay consecuencias negativas y la persona cree que la puede contralar.
- La traición: La droga se vuelve contra la persona, trayendo como consecuencia la dependencia, la falta de autonomía y el deterioro.
- La ruina: El adicto continúa en su búsqueda infructuosa de nuevas sensaciones, no hay placer sino un gran deterioro, afectando la autoestima y conllevando al abandono.
- Preso sin salida: Se llega a la desesperación y al descontrol extremo, pánico y deterioro notable. La persona llega a la indigencia y el abandono total y su vida puede terminar en tragedia y muerte.

RECUPERACIÓN DE LA LIBERTAD
La libertad de la adicción a las drogas no se encuentra en la sola abstinencia, sino en una sanidad interior y el desarrollo de un nuevo estilo de vida. En el proceso de recuperación la abstinencia es un requisito indispensable, pero se deben seguir los siguientes pasos:
- Sometimiento y rendición: Es importante que el adicto reconozca que necesita ayuda y debe estar dispuesto a someterse a un tratamiento psicológico y espiritual, en alguna fundación de ayuda al adicto, o en una fundación cristiana.
- Recibir ayuda profesional: Es importante que el adicto inicie un tratamiento que sea dirigido por instituciones especializadas como: hogares de rehabilitación, instituciones psicológicas o Iglesias Cristianas.
- Mantenimiento diario: La persona constantemente debe hacerse un autoanálisis de su vida, evaluándose como está físicamente, emocionalmente, relacionalmente y espiritualmente.
- Transcendencia: Haga de los principios de recuperación un estilo de vida.


JESUCRISTO TE PUEDE HACER LIBRE
Estimado lector, SOLO CRISTO SALVA. En una oportunidad Jesús dijo “Si vosotros permanecéis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos y conoceréis la verdad y la verdad os hará libres” (Jn 8:31-32). Jesucristo tiene la solución a los problemas complejos del hombre, él es el único que puede dar verdadera libertad a los oprimidos, al necesitado, al derrotado, a los drogadictos, al alcohólico, al vicioso. CRISTO ES LA SOLUCIÓN, Jesús también dijo “Yo soy el camino, la verdad y la vida; nadie viene al Padre sino por mí” (Jn 14:6), estimado amigo que estás leyendo este artículo, busca de Dios mientras pueda ser hallado, hoy tienes una nueva oportunidad de aceptar y recibir a Jesús como tu Salvador personal. Busca una iglesia cristiana evangélica cercana a tu domicilio y pide la ayuda espiritual y la oración.